Los síntomas de una mala bujía de automóvil incluyen:
1. Dificultad para arrancar y apagarse sin motivo: la energía de encendido es insuficiente para generar electricidad de alto voltaje, el aceite y el gas en el cilindro no se pueden encender, el automóvil no se puede encender e incluso si se puede encender, lo hará cerrar de repente. 2. Potencia insuficiente y gases de escape excesivos: lo que da como resultado una combustión insuficiente de aceite y gas en el motor, potencia insuficiente, humo negro del tubo de escape y algunas sustancias nocivas se descargan sin quemarse, lo que da como resultado un exceso de gases de escape.
El electrodo de la bujía está derretido, desgastado y redondeado, y el aislante tiene cicatrices, grietas o depósitos de carbón, lo que indica que la bujía está dañada. Aunque puede continuar abriéndose en un corto período de tiempo, una bujía nueva debe reemplazarse a tiempo.